LAS CALLES TIENEN OJOS
“EL GRAN HERMANO TE VIGILA”
George Orwell, 1984.
Esta fatídica sentencia cada vez es menos irreal. De hecho, en el reality show homónimo es realmente cierta, y para que pase del reality a la realidad no televisiva aparentemente no falta nada. Somos grabados cuando estamos en cualquier parte –colegios y universidades, hospitales, iglesias, nuestros hogares o la misma calle-, nuestras conversaciones telefónicas son potencialmente audibles por alguien más, se nos piden datos de contacto y no sabemos qué pasa con ellos, somos espiados para que alguien sepa qué sitios en Internet visitamos, etc. Y eso sólo es lo que nos consta, esas sólo son las intrusiones que vemos y de las que sabemos; si hiciéramos caso a la mitología urbana estaríamos seguros de que a alguien le interesa todo lo que hacemos y de que, en efecto, el Gran Hermano nos vigila.
¿Por qué lo hacen? ¿A qué le tienen miedo? ¿A qué le tenemos miedo? Parece que últimamente todo lo justifican por “seguridad”: no salga de noche porque lo roban, no coja taxi porque le hacen el paseo millonario –quien sabe con qué millones-, no haga nada porque, como en el cuento de Chéjov, “podría ocurrir que...” La guerra en Irak se hizo porque “es posible que existan armas de destrucción masiva”, la “amenaza terrorista” de Uribe porque “la guerrilla puede acabar con toda la ‘gente de bien’”, nos filman en la calle porque “alguien puede ser robado”. Yo estoy seguro de que todo eso que es "posiblemente" es cierto, "posiblemente" es falso.
Le tienen miedo a que pensemos, se meten en nuestro subconsciente en forma de Ronald McDonalds, de “toma lo bueno con Coca Cola” y de “La Mega te pega al cielo”. Nos ponen a tararear las mismas canciones malas de siempre y los mismos rezos vacíos de toda la vida –¿o alguien sabe dónde está mi pan de cada día?-, mientras nos enloquecen a punta de obligaciones casi insufribles y de retribuciones casi despreciables. Es triste, pero nos anulan como individuos, nos hacen masa: desde la mañana nos transportan en masa en TM, durante el día nos explotan –o nos preparan para ello- en masa, y por la noche nos entretienen con telenovelas producidas en masa y para la masa. Lo más grave es que no sabemos a ciencia cierta de qué empanada hacemos parte.
Y con todo, tienen el descaro de auscultarnos, de filmarnos. No les basta con tenernos robotizados, ahora nos esculcan el rostro y la mochila para saber si “somos sospechosos”. Yo creo que deberían estar tranquilos, pues parece que soy el único al que le molesta ser filmado: eso demuestra que nos –¿les?- tienen el ego bien dominado. Algunos dirán que el que nada debe nada teme, pero yo responderé que tiro la primera piedra porque tengo la conciencia tranquila, y que como dice la vieja y gastada frase, sólo le tengo miedo al miedo. Y en toda mi vida sólo me he partido un brazo e inclusive me alcanza para tener un blog, cogiendo taxi por la noche y saliendo solo por ahí.
George Orwell, 1984.
Esta fatídica sentencia cada vez es menos irreal. De hecho, en el reality show homónimo es realmente cierta, y para que pase del reality a la realidad no televisiva aparentemente no falta nada. Somos grabados cuando estamos en cualquier parte –colegios y universidades, hospitales, iglesias, nuestros hogares o la misma calle-, nuestras conversaciones telefónicas son potencialmente audibles por alguien más, se nos piden datos de contacto y no sabemos qué pasa con ellos, somos espiados para que alguien sepa qué sitios en Internet visitamos, etc. Y eso sólo es lo que nos consta, esas sólo son las intrusiones que vemos y de las que sabemos; si hiciéramos caso a la mitología urbana estaríamos seguros de que a alguien le interesa todo lo que hacemos y de que, en efecto, el Gran Hermano nos vigila.
¿Por qué lo hacen? ¿A qué le tienen miedo? ¿A qué le tenemos miedo? Parece que últimamente todo lo justifican por “seguridad”: no salga de noche porque lo roban, no coja taxi porque le hacen el paseo millonario –quien sabe con qué millones-, no haga nada porque, como en el cuento de Chéjov, “podría ocurrir que...” La guerra en Irak se hizo porque “es posible que existan armas de destrucción masiva”, la “amenaza terrorista” de Uribe porque “la guerrilla puede acabar con toda la ‘gente de bien’”, nos filman en la calle porque “alguien puede ser robado”. Yo estoy seguro de que todo eso que es "posiblemente" es cierto, "posiblemente" es falso.
Le tienen miedo a que pensemos, se meten en nuestro subconsciente en forma de Ronald McDonalds, de “toma lo bueno con Coca Cola” y de “La Mega te pega al cielo”. Nos ponen a tararear las mismas canciones malas de siempre y los mismos rezos vacíos de toda la vida –¿o alguien sabe dónde está mi pan de cada día?-, mientras nos enloquecen a punta de obligaciones casi insufribles y de retribuciones casi despreciables. Es triste, pero nos anulan como individuos, nos hacen masa: desde la mañana nos transportan en masa en TM, durante el día nos explotan –o nos preparan para ello- en masa, y por la noche nos entretienen con telenovelas producidas en masa y para la masa. Lo más grave es que no sabemos a ciencia cierta de qué empanada hacemos parte.
Y con todo, tienen el descaro de auscultarnos, de filmarnos. No les basta con tenernos robotizados, ahora nos esculcan el rostro y la mochila para saber si “somos sospechosos”. Yo creo que deberían estar tranquilos, pues parece que soy el único al que le molesta ser filmado: eso demuestra que nos –¿les?- tienen el ego bien dominado. Algunos dirán que el que nada debe nada teme, pero yo responderé que tiro la primera piedra porque tengo la conciencia tranquila, y que como dice la vieja y gastada frase, sólo le tengo miedo al miedo. Y en toda mi vida sólo me he partido un brazo e inclusive me alcanza para tener un blog, cogiendo taxi por la noche y saliendo solo por ahí.
posted by José Luis Peñarredonda @ 11:28 p. m.
7 Comments:
Vos lo dijiste, es miedo lo que quieren infundir es terrorismo pero èste no es ilegal. Desde que se recuerde en la historia del mundo el miedo se ha utilizado como tàctica del hombre para obtener lo que quiere, en este caso es para mantener el orden, no deberìa suceder asì pero es algo que se està arraigando convirtiendose en elago inherente. Lamentablemente.
Miedo, con eso llevamos casi medio siglo, desde que URSS y EU se empecinaron en destruirse desde el fin de la 2da guerra el planeta ha vivido en vilo, no me quiero ni imaginar como se debió sentir medio planeta en plena crisis de los misiles; este sentimiento nos hace acudir a los lideres en busca de protección y ellos la proveen, nos protegen eficientemente contra una amenaza menor o inexistente. Este siglo será conocido como el siglo del miedo. Un saludo
Sí, eso es lo que pasa cuando se vive en la era de la información y cuando los que vivimos somos los hijos de la tercera revolución industrial.
Cordial saludo:
Los ojos que nos examinan incansablemente, que no nos dejan ni a solo ni a sombra, que nos siguen imperturbables y fijos, son los de la conciencia. y nunca lograremos cegarlos solo porque nos negamos a tener una. Ella persiste, sobrevive a los madrazos y a la indiferencia, no se socava por la filosofia o por el pensamiento positivos. Esta alli porque llego para quedarse. Y atemoriza, como los ojos de un leon en la sombra de la selva. Sigue agazapada, ruge, araña y a veces, ataca. Pero solo cuando la aceptamos y entendemos su papel el miedo empieza a desaparecer, reemplazado por otras cosas, mas prfundas, mas vitales. saludos
El Gran Hermano llego para Quedarse desde la Epoca Hitleriana y no se ira, Menos ahora que el Hijo de Ala señor laden sigue en sus andadas...y lo mismo decimos de Don Bushito. Que Cosas.
Pues al fin de cuenta Participamos de un Reallity... el Real Big Brother.
Un Gran Saludo maestro, gracias por tus comentarios en Messenger. Por aca se le aprecia Muy Mucho.
Pd. lea el Homenaje a 1985 que hago en el Blog
es ironico como la gente se queja de estar siendo vigilados... realmente si esta "vigilancia" fuera tan estricta y costante como parece seria mas fácil encontrar culpables, pero la verdad es que en este pais en el que vivimos estamos muy lejos de poder encontrar alguien que sepa todo el tiempo, lo q hacemos, como lo hacemos y porque lo hacermos.... Seguridad no es, porque seguimos iguales. A mi realmente me gustaria que esas camaras si existieran y que se descubrieran a los sospechosos. Porque como dicen, realemente el q nada debe nada teme, asi q x mi q me filmen, y ojala aquellos que si deben, empiecen a temer....!
ABSOLUT: Eso de que el miedo sea inherente al hombre es una mentira que justifica todo esto. El miedo es algo que se nos enseña desde pequeños, y que no superaremos del todo. Pero no es natural... Un abrazote
FOUCAULT: Ud. lo ha dicho.... Un saludo.
VOPA: La diferencia entre un vigilante privado y un vigilante público es que el primero vigila porque el indivíduo quiere, el segundo no pregunta. No se si la conciencia tranquila sea un buen antídoto para el miedo o si funcione al revés, que sólo teniendo miedo se pueda tener la conciencia tranquila. Sin embargo, su posición es muy repetable. Un saludo.
ANÓNIMO: El problema es que al vigilante del que me quejo no le importan los culpables, sino los consumidores y la vida privada. Bienvenido y gracias por su comentario.
PILI: "Los mejores hombres son los que no viven en su tiempo" Oscar Wilde... Cuídate mucho
KOZURE: Participamos en un reality, eso es indubitable... El problema es que a nadie le importa. Un abrazo
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