lunes, septiembre 19, 2005

DE LA COMUNIÓN EN LA RUMBA

El baile es un juego de seducción. Las caderas se insinúan y se mueven cadenciosamente, los cuerpos se hacen uno al compás de la música que suene, y al fondo todo se libera en un sopor delicioso y adictivo, una mezcla de hormonas, sudor y deseos que al final, si la pareja quiere, explotará. Los costeños dicen que los bogotanos bailan mal, pero eso no parece importar: ya sea que lo que suene sea efusiva y elaborada salsa, vulgar y ruidoso reguetón, melcochudo y repetitivo merengue o caribeño y sentimental vallenato, aquí en Bogotá la gente baila, se emborracha y rumbea.

Que los rolos son aburridos es una enorme mentira. De acuerdo con que son egocéntricos, paranoicos, algo abusivos y un poco intolerantes, -no todos, obviamente-, pero rumbean tanto como la falta o exceso de dinero y la ley zanahoria y sus excepciones se los permiten. Es extraño ver que en una ciudad de un clima relativamente frío la gente tome –tomemos- tanta cerveza, y que en una ciudad donde parece que la gente vive para trabajar un bar rock conocido por su buena música y sus altos precios esté lleno un miércoles de oficinistas con la corbata suelta, tal vez desahogando su decepción de formar parte del sistema, o tal vez mostrando que no es que vivan para trabajar, sino que trabajan para beber.

Desde niños nos enseñan a bailar, quizá como parte del rito diferenciador entre “niño” y “niña”, quizá como ejercicio de creación de nuestra identidad como latinos. El buen bailarín o bailarina tiene fama de buen ‘polvo’, de ganador, seduce al sexo opuesto –o al mismo, dado el caso- y parece darle un abrebocas de lo que se viene si la otra parte ‘da la talla’ y hace lo que debe hacer –aunque se me ha demostrado que no todas las buenas bailarinas son buenas en lo otro, y viceversa-. Identificamos como música colombiana la música típicamente costeña, de ritmo constante y melodía pegajosa, apta para seducir y para bailar, y los éxitos que la cultura y la musicología popular tienen en los más altos pedestales tienen en común, salvo unas poquísimas excepciones, su ‘tropicalismo’, sabrosura y utilidad para efectos rumberos.

Los bogotanos que se creen mejores que el resto de sus compatriotas deberían darse cuenta que comparten con ellos este instinto rumbero y sabrosón; así no escuchen la misma música ni la misma ‘corronchada’[1] –a su juicio- comparten esa disposición a bailar y a gozar, y si no bailan al menos a embriagarse al son de cualquier cosa que suene por unos parlantes y que parezca música. Si no fuera así, Bogotá no sería la ciudad más vallenatera de Colombia.
___
[1] Para quienes no lo sepan, el término ‘corroncho’ es peyorativo.

10 Comments:

At 2:21 a. m., Blogger Ciudadano Tipico said...

Buena parte de la vida... por qué habiendo nacido en este país... en pereira, tierra de fufas, travestis, moteles a la entrada y la salida y mujeres alegronas y hombres reducidos... Por qué siendo hijo de un toche Cucutéño y de una Parcera Paisa... por qué viviendo en Bogotá y habiendo crecido en tiempos de Amar y Vivir, Esposos en Vacaciones, Los Victorinos, Tupamaros, Alfa 8, Eddie Santiago, Wilfrido Vargas... porqué teniendo una hermana menor y un hermano mayor, por qué ninguno sabe bailar? Porque soy el mejor bailarin de la casa -teniendo el mismo ritmo q palmera en día seco- ? Por qué tal negación a la feromona danzante irresistible pa la chica ? por qué ?

Tiene razón en todo. En lo de bogotá, en el poder del baile, en la convocatoria q significa. Y los que quedamos por fuera de ese circulo por algún motivo extraño... ah karma... ah karma.

 
At 11:39 a. m., Blogger *Ivonne*BlackCatHat said...

Bueno. creo que estoy en ese grupo de personas que viven en función de ir a un bar, bueno no vivo en función de ello... Pero se trabaja para pasarla bueno. Y es verdad, el baile es un juego de seducción, la gran mayoría de personas que se conocen en Bogotá lo hacen cuando están en algún bar o fiesta, además muchas relaciones funcionan gracias a ello. Casos curiosos se han visto cuando el hombre no tiene la pinta pero saca a bailar a la niña y ya es otra cosa. Me parece que el baile libera de prejuicios lo que lo hace una buena terapia pero es cierto que hay personas que exageran y lo convierten en una práctica morbosa.

Y ese instinto rumbero está en todos los colombianos, puede que no en un ritmo específico pero siempre seremos buenos bailando algo, ya sea electrónico, reggae, ska, salsa o vallenato.

;) Me gustó este post.

 
At 2:42 p. m., Blogger Pili said...

Buen post, (lo veía venir...)
Eh, no le pongas atención a lo anterior...
Chávere, bailar implica absolutamente de todo, y he bailado siempre, es deli, y mejor sola q mal acompañada.

 
At 9:00 p. m., Blogger José Luis Peñarredonda said...

CIUDADANO: Los que nos quedamos por fuera de este círculo, o los que hacemos parte de el sólo con par copas en nuestra cabeza, tenemos el consuelo de mirar caderas de otras, sentir vibras ajenas, y escribir posts como este. Gracias por su comentario.

OZZ: Viejo, pues yo no es que crea que los cachacos son lo peor, de hecho por papeles soy uno de ellos (mi pequeño secreto jajajaja). Lo que pasa es que hay cosas con ellos con las que no comulgo, y es mejor decírselas para que las lean que murmurárselas para que no las entiendan. No se cómo sea vivir en Medallo, pero al menos el ojo debe comer muy bueno. Gracias por tu comentario.

ABSOLUT: Jeje, esta es típica: cuando a uno le llega plata, siempre guarda algo para la farra. Además rumbear es parte del crecimiento de los adolescentes, deberia haber una materia en los colegios que se llame algo así como "Salsa, merengue y vallenato", o "Cómo tomar sin emborracharse". Quiéranlo o no uno empieza a rumbear desde pollo, y en vez de que la sociedad ponga como siempre su doble cara, indignada en público y vendedora en privado, debería aceptarlo y actuar en consecuencia. Tu tocas otro punto, y es que la rumba se ha diversificado: mi mamá me pregunta si el reggae no es música para fumar marihuana, yo le respondo que también. Gracias por tu comentario.

PILI: Bailar debe ser muy chevere, o al menos bailar bien, no intentarlo sufriendo las caras burlescas de la gente alrededor de uno. Ojalá te vaya bien por Pitalito y te mando un abrazote. Cuídate y gracias por tu comentario.

 
At 7:14 a. m., Blogger Juliette said...

Por ahí hay un filósofo (Darío Botero) que dice que nuestra racionalidad tiende a lo que él llama la "no razón". Te invito a que lo leas. El cuento es que la no razón no es irracionalidad; es lo que nos hace latinamericanos, está en nuestra cultura. Por eso los bogotanos aunque bogotanos, no dejamos de ser latinoamericanos. Un abrazo.

 
At 7:50 a. m., Blogger Victor Perez said...

Cordial saludo:
Ud. me va a perdonar, mi querido José, pero en la nevera, eso de bailar, pocon pocon. Si, se que se mueven y que muchos rolos creen que lo hacen al ritmo de la musica, pero es un engaño de los sentidos o inducidos por el trago. Para su informacion, bailar no es moverse al ritmo de la musica. Hay un concepto muy sutil pero muy determinante, que s emeuve entre sentir la musica, oir el son y moverse bajola cadencia. No se trata de ser acrobatico o arrebtado, como decimo por aca, sino integrarse con la melodia y hasta con la letra, para bailar realmente. Además, el que baile vallenato necesita una descontaminación en su gusto por el baile.

 
At 8:27 p. m., Blogger José Luis Peñarredonda said...

JULIETTE: Eso parece... Los latinos estamos en la inmunda pero para salir de ahi hay que hacer cosas que nos deprimen, y eso es peor. Un abrazote y gracias por tu comentario.

VOPA: Para que, pero es cierto. Pero lo importante no es bailar bien sino gozarsela, o al menos así lo veo yo. Gracias por su comentario.

 
At 10:26 p. m., Blogger José Luis Peñarredonda said...

LAMISMA: Si, eso se me ha comprobado. Ni todas las buenas bailarinas son buenos polvos ni todos los malos bailarines somos malos polvos;)... Gracias por tu comentario.

 
At 12:08 p. m., Blogger Victor Perez said...

Oiga,José,sin chicanear....

 
At 12:04 p. m., Blogger José Luis Peñarredonda said...

jajajaja

 

Publicar un comentario

<< Home